¿Qué esperar con el nuevo régimen?

¡Me canso ganso dijo un zancudo cuando volar no pudo, una pata se le torció y la otra se le hizo nudo, luego le dio laftosa y hasta se quedó mudo y ya mejor no le sigo porque luego yo sudo!.” 

            –  Tintán

 

Hay en el país un impasse emocional ante el nuevo gobierno que inició ésta semana. Por un lado, el Financiero Bloomberg publicó una encuesta en la cual se refleja que un 83 por ciento de la población se muestra optimista respecto al futuro del país, pero también es cierto que en algún sector empresarial y financiero existe incertidumbre ante el nuevo escenario y el cambio en las reglas del juego.

 

El mensaje del Presidente de la Republica ha sido claro en el sentido de que buscará separar el Poder Político del Poder Económico. ¿Pero a que se refiere con esto, específicamente?

 

Dani Rodrik es un Doctor de Economía de Harvard y Maestro en Administracion de Negocios por Princeton. Es relevante en el tema porque este académico influye directamente en el equipo económico del nuevo gobierno. Es cercano a Urzua, Esquivel y Levy. 

 

Rodrik establece en su libro The Globalization Paradox: Democracy And The Future que “Todas las economías de mercado que funcionan bien son una mezcla de Estado y mercado, de dejar hacer y de intervención. Las proporciones exactas de esa mezcla dependen de las preferencias de cada país, de su posición internacional y de su trayectoria histórica. Pero ningún país ha conseguido desarrollarse sin hacer que recaigan responsabilidades importantes sobre el sector público. Si los Estados son indispensables para el funcionamiento de los mercados nacionales, son también el principal obstáculo para el establecimiento de mercados globales. Como veremos, sus prácticas son precisamente el origen de los costes de transacción que la globalización tiene que superar. Esa es la principal paradoja de la globalización: ¡no puedes arreglártelas sin los Estados y no puedes arreglártelas con ellos!”

 

Para Rodrik, la globalización económica, la soberanía y la democracia de un país no pueden coexistir y cada sociedad se ve obligada a mantener únicamente dos de estos tres elementos.  

 

En 2017 Rodrik y Santiago Levy publicaron el artículo “La Paradoja Mexicana” (https://www.project-syndicate.org/commentary/mexican-paradox-economic-orthodoxy-low-productivity-by-santiago-levy-and-dani-rodrik-2017-08/spanish) en el cual dan cuenta de un tema que debemos atender: la informalidad de los negocios en México. 

 

Esta investigación arrojó que entre 1998 y 2013 el sector de la economía informal creció 115%, a diferencia del crecimiento formal que solo alcanzó un 6%. El capital creció un 134% en el sector informal contra un 9% en el formal. 

 

Creo que en los próximos tres años veremos una política por parte del Gobierno Federal para lograr que quienes se desempeñan en el sector informal pasen a ser parte de la formalidad. Esto se está buscando desde hace algunos años a través de Régimen de Incorporación Fiscal y cada vez más se va a ir cercando al contribuyente con la Contabilidad Electrónica y las limitaciones al uso de efectivo, así como la comunicación entre el SAT y los Bancos nacionales y extranjeros. Esto servirá al nuevo Gobierno para tener presupuesto y cumplir con sus promesas de campaña. 

 

La recomendación para las Empresas Familiares es establecer sus rutas de planeación estratégica, consolidar sus políticas y procedimientos internos y dar y revisar la estructura jurídica de sus compañías y patrimonios.