Institucionalizacion de Sociedades Civiles Familiares

Vamos a hablar el día de hoy acerca de un tipo de Empresa Familiar que es poco atendido, quizá porque no lo vemos. Y cuando digo que no lo vemos, me refiero a que incluso desde dentro de las organizaciones pensamos que no somos dueños “de una empresa”. Es un caso, clásico, de ceguera industrial. 

Me refiero al sector de la prestación de servicios. Vamos a hablar de despachos y oficinas familiares en donde a través de las generaciones se han dedicado a ofrecer servicios profesionales de diferentes materias, pero que encuentran complejo el poder evolucionar y consolidar una presencia en el mercado “más allá” de la figura del titular. 

Y es que la vida es cíclica, y el arte que contiene tu genograma te lleva (de manera irreductible) a repetir patrones. Consumes oficio y profesión desde que naces, lo que te orilla al momento de establecer vocación. ¿Pero cuantos esfuerzos trascienden con orden?

A los abogados nos enseñan, desde pequeños, a que la profesión se hereda. No lo dice tu padre ni tu abuelo. Este precepto se establece directamente desde los mismísimos mandamientos del abogado:

  1. Ama a tu profesión

“Trata de considerar la abogacía de tal manera que el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que se haga abogado.”

Pero supongo, que como tal, todas las profesiones buscan generar este sentimiento de empatía con su ramo. Los contadores trasmiten a sus hijos el mismo amor por el orden y los números. Los Arquitectos su gusto por las formas y los espacios. Los mercadólogos la pasión por transformar la comunicación en venta. Pero como en cualquier empresa, llega el momento en que los hijos crecen, estudian y reclaman su Cheyenne.

¿Esta lista tu firma para recibir a las nuevas generaciones? ¿Los despachos y firmas de abogados, consultores, contadores, médicos, pueden institucionalizarse? 

 

En nuestra carrera de Derecho nos enseñan poco acerca de Administración de Empresas, Marketing o Finanzas.  La idea común o generalizada es que hay poco tiempo en cinco años para aprender teorías, procesos, leyes y como aplicarlas. Pero al final, entender que tu servicio es parte de una industria te orilla a entender que las reglas del juego deben ajustarse. No se vende papel impreso, se vende conocimientos, experiencia y tiempo. 

Al graduarte de cualquier carrera, por lo general puedes elegir entre cualquiera de las siguientes opciones:

  • Trabajar como en una Empresa o Institución de la Iniciativa Privada.
  • Asociarte en un Despacho establecido o abrir tu propio despacho.
  • Trabajar para el Gobierno, ya sea Federal, Estatal o Municipal.
  • Poner tu negocio ajeno al Derecho o atender un negocio familiar ya establecido.

 

Pero hemos encontrado en las firmas de profesionistas poco entendimiento del papel que debe de tener la organización interna, la estructura legal y la planeación operativa y estratégica. Pocas son las profesiones con acuerdos básicos de competencia: aranceles, delimitaciones de roles, responsabilidades. No nos hablamos. Contadores, corredores, notarios, abogados. Cada uno tiene su agenda y sus intereses. 

Consejos para iniciar en la Industria de la Prestación de Servicios:

1.- Es importante conocer cuáles son tus herramientas. Es probable que tengas excelentes habilidades teórico/prácticas, pero si no tienes una base de administración y ventas es muy difícil que tengas resultados. Me explico. Se pueden tener las mejores estrategias legales, los mejores agravios y el conocimiento más preciso de la jurisprudencia, pero si no tienes un cliente (o varios) que lo necesiten y los convenzas de eso, no te sirve de nada.

 

Sobre la marcha y con poco margen de error, debemos de desarrollar habilidades de ventas y de administración, ya que tienes que saber cómo vas a invertir los honorarios obtenidos con base a un plan de negocio.  

Debes de saber, de entrada, cuanto vas a gastar en renta, servicios, nómina e impuestos, para determinar cuánto debes de generar. Matemáticas básicas.

 2.- Conoce a tu competencia. Hoy en día hay una sobreoferta en el mercado de servicios y lamentablemente no toda la competencia actúa de manera leal y honesta.  

Ante este escenario y para poder competir, el profesionista debe de cumplir tres roles, el de técnico experto en su materia, administrador de su empresa y dueño. Así mismo, hay que atender a la amplia oferta de servicios que tienen los Clientes, por lo que la apuesta debe de ser siempre, que quien nos contrate obtenga a cambio algo más que los servicios por lo que nos contrató, y no necesariamente una simple rebaja en el precio.

3.- Presencia digital. La presencia en el internet con una página web y las redes sociales es un requisito para cualquier profesionista, no solo para los Abogados. También es importante aprovechar cualquier medio escrito para comunicar tus ideas y tu información.

 

Cuidado, mucho, con lo que subas a cualquier otra red social.

 

4.- Respeta a tu profesión. Lamentablemente hay clientes que creen que los prestadores de servicios somos un “mal necesario”. Esto, y la sobreoferta de la que hablamos en el punto 2 anterior hacen que haya peligro de que la profesión que abrazamos se demerite.

 

5.- Crea estructura. Legal, organizacional, de propiedad industrial. Estos factores crean valor a tu empresa de servicios, te dan permanencia y te permiten competir en un ámbito más extenso y más divertido.  La estructura te permite expandirte, asociarte, crecer y diversificar.